Cada 14 de noviembre, se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, que es una oportunidad para crear conciencia sobre el impacto de la diabetes en la salud de las personas. Busca también destacar las oportunidades que existen para fortalecer la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la diabetes.
El Día Mundial de la Diabetes se celebra desde 1991, promovido por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que crearon esta campaña mundial ante el preocupante aumento en la incidencia de la diabetes alrededor del mundo.
El tema de este año es “Educación para proteger el mañana”. La OPS hace un llamado a la necesidad de fortalecer el acceso a una educación en diabetes de calidad tanto para el equipo de salud como para las personas que viven con diabetes, sus cuidadores y la sociedad en general.
El número de personas que viven con diabetes en el mundo aumentó a 420 millones y 62 de estos millones están en América. Este número, que se ha triplicado, podría ser aún mayor ya que 40% de las personas con diabetes desconoce su condición.
La carga de enfermedad asociada a diabetes es enorme y creciente: en solo 20 años la mortalidad por diabetes aumentó 70% a nivel mundial. En la Región de las Américas es la sexta causa principal de muerte y la séptima de años de vida perdidos prematuramente.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes se produce cuando el páncreas no produce suficiente insulina, o el organismo no utiliza eficazmente la que produce. La insulina es una hormona que regula el azúcar en sangre. Si no se controla puede dar lugar a hiperglucemia, que es el aumento del azúcar en la sangre.
Tipos de diabetes
Existen dos tipos principales de diabetes, además de la diabetes gestacional:
Diabetes tipo 1: el cuerpo no produce suficiente insulina. Las causas y los factores de riesgo de este tipo de diabetes son desconocidas. Las estrategias de prevención tampoco han resultado eficaces hasta el momento.
Diabetes tipo 2: el cuerpo no gestiona correctamente la insulina que produce. Cuanto mayor es el perímetro de cintura y más elevado en Índice de Grasa Corporal (IGC) mayores posibilidades de desarrollarla. Este tipo de diabetes puede prevenirse y es mucho más frecuente que el tipo 1.
Diabetes gestacional: es un tercer tipo de diabetes y se caracteriza por el aumento de azúcar en sangre (hiperglucemia) durante el embarazo con valores superiores a los normales, pero no tan elevados como para diagnosticar la enfermedad. Las mujeres que la desarrollan corren más riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto. Y además tanto el bebé como la madre tienen más posibilidades de desarrollar diabetes del tipo 2 a lo largo de su vida.
Síntomas
Sed excesiva y acudir con más frecuencia a orinar: el exceso de glucosa en sangre provoca que los riñones tengan que trabajar más para eliminar el exceso y cuando no pueden seguir el ritmo, la glucosa sobrante se elimina en la orina, provocando una deshidratación, que te provocará sed.
Cansancio: la diabetes deteriora la capacidad del cuerpo para usar la glucosa en las necesidades energéticas, así que probablemente te sentirás fatigado.
Pérdida de peso rápido: con la pérdida de glucosa por la orina, también se pierden calorías. La glucosa de los alimentos también tiene dificultades para llegar a las células, lo que provoca un hambre constante. La combinación de estos dos factores puede causar un adelgazamiento.
Otros síntomas son visión borrosa, llagas de curación lenta, infecciones frecuentes, hormigueo en manos y pies y encías rojas y sensibles.
Prevención
Se ha demostrado que ciertas medidas relacionadas con el modo de vida ayudan a prevenir o retrasar eficazmente la aparición de la diabetes de tipo 2. Para ayudar a prevenir este tipo de diabetes y sus complicaciones, conviene:
Conseguir un peso corporal saludable y mantenerse en él;
Realizar al menos 30 minutos de ejercicio físico de intensidad moderada la mayoría de los días, aunque quizá se requiera más ejercicio para controlar el peso;
Seguir un régimen alimentario saludable, sin azúcar ni grasas saturadas
No consumir tabaco, fumar eleva el riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares.