A lo largo del embarazo, mujeres y hombres transitan cambios fisiológicos, socioculturales y psicológicos. Se ven invadidos de emociones de alegría y temor y de expectativas propias y ajenas sobre cómo ser padres. Y si bien es la mamá la que está embarazada, el papá “también lo está”.
Según la licenciada en psicología Martina González Trejo (Mat. 3101), miembro del staff del Hospital Santa Isabel de Hungría y psicóloga designada en la maternidad de la institución, los hombres manifiestan su angustia, ansiedad y depresión de diferente forma que las mujeres, e incluso pueden referir sus síntomas de una manera distinta: “Por ejemplo, en vez de decir que están deprimidos, suelen usar los términos ‘muy estresados’ o ‘sobrecargados’. Muchos hombres se sienten confundidos con respecto a qué se espera de ellos y este futuro nacimiento puede evocar o elaborar recuerdos de su infancia y su relación con sus propios padres. Y suelen surgir preguntas que generan ansiedad, temor y alegría al mismo tiempo”.
De acuerdo con la profesional, los futuros padres deberían solicitar ayuda con un psicólogo cuando sienten que sus recursos ya se agotaron o cuando están al límite, para no tener consecuencias en el sistema familiar. Además, según la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), puede haber sentimientos de competición (o celos) con respecto al feto y luego hacia el bebé, así como una preocupación por los cambios en la dinámica relacional entre el hombre y la mujer que ocurrirán con el nacimiento del niño.
Para que eso no suceda, la psicóloga manifestó que es importante poner atención en la salud mental del hombre y acompañarlo a que la experiencia en su nuevo rol sea positiva: “Esto sentará parte de las bases cuando ejerza la crianza”. En ese sentido, la PAHO sugiere que es conveniente intervenir con los futuros padres cuando su compañera está encinta, ayudarlos a disminuir su ansiedad y a enfrentar la nueva situación con mayor apoyo psicosocial.
¿Cómo puede el hombre ‘adaptarse’ al nuevo entorno?
De acuerdo con el consejo de distintos profesionales y según una investigación publicada por la PAHO, cuando transcurren los meses de embarazo, el foco de los seres queridos y de la mujer suelen estar en el bebé y la mamá, lo que podría hacer sentir excluido al papá. En este caso, el organismo sugiere:
- Resolver la propia ambivalencia hacia el embarazo y el bebé;
- Establecer un apego hacia el feto. Esto se favorece con el estudio de ultrasonido y la palpación de los movimientos del feto;
- Redefinir la identidad de hombre y esposo: convertirse en padre;
- Lograr una convicción interna de que puede velar por el bebé in útero y más tarde por su bebé una vez nacido;
- Dar apoyo a su compañera y preparar un “nido” psicológico y real para el niño;
- Asumir nuevas responsabilidades como padre.
La importancia de su participación en el parto
El momento del nacimiento del bebé también tendrá una influencia muy importante en la relación padre-hijo y en la de pareja, según la licenciada en Obstetricia Laura Casabona- miembro del staff médico del Hospital Santa Isabel (Mat. 638)-, ya que los hombres sienten que su rol es activo y participativo y la mujer se siente contenida, apoyada, sostenida y amada.
“Desde que se aprobó la ley 25.929 de parto respetado en la que se permite el acompañamiento durante el trabajo de parto, parto y puerperio, los papas participan activamente del nacimiento de su hijo. Desde el embarazo, preparándose también para la paternidad y viviendo el parto como una experiencia única y siendo protagonistas de la llegada de su bebé. De esta forma los papás comienzan a estimular el vínculo con su hijo/ hija. Desde ese mismo instante se convirtieren en padres presentes y activos de la crianza”, manifestó la obstetra.
Crianza
Finalmente, de acuerdo a González Trejo, en la crianza sigue siendo importante el rol del padre, ya que aquellos hombres que juegan más con sus hijos tienden a generar apego seguro. También, recomendó la interacción, la accesibilidad al hijo o hija y la responsabilidad como comportamientos esenciales que protegerán a sus hijos de la aparición de dificultades en edad preescolar.