El TDAH es un trastorno del desarrollo que suele aparecer antes de los 12 años de edad. Entre sus principales características, se pueden mencionar: dificultad para mantener la atención, dificultad para controlar los impulsos y dificultad para mantenerse quietos. Son conductas que se pueden manifestar con igual o distinta intensidad en el mismo niño puede ser que un niño tenga más dificultad para mantener la atención, pero no sea tan inquieto.
El diagnóstico es importante porque existen tratamientos efectivos para mejorar esta condición. La idea de no diagnosticar para no rotular al paciente es errónea porque da lugar a otras etiquetas espontáneas como que el niño es vago o desobediente. La prevalencia de este trastorno no ha variado, pero sí hay más consciencia y más diagnósticos sobre esto.
Tratamientos
Existen 3 tipos de abordajes del TDAH que se suelen integrar, se trata de un enfoque holístico que incluye: entrenamiento y orientación a padres y a docentes y la medicación. Muchas veces es importante un abordaje psicopedagógico o de apoyo escolar y en algunos casos es importante trabajar problemas específicos como la dislexia que se dan simultáneamente.
Es importante tener en cuenta que los remedios que se utilizan para el TDAH se utilizan hace 60 años por lo que se han demostrado ser seguras en el corto, mediano y largo plazo. La aclaración se realiza por el temor que tienen muchos padres de suministrar medicación a un niño.
En este punto, no se medica a todos los niños sino que, una vez confirmado el diagnóstico, se tiene en cuenta que los síntomas sean de moderados a severos. Los síntomas deben afectar la calidad de vida del pequeño ya sea porque no puede aprender, pierde amistades o, ya de adulto, tiene problemas en el trabajo.
También se requiere que haya una familia responsable que pueda administrar la medicación, que se indica con un plan personalizado para cada niño. Los estudios demuestran que los niños que hicieron consistentemente el tratamiento farmacológico tuvieron en su desarrollo menos problemas de conducta, menos problemas de abuso de sustancia, mejor rendimiento escolar y menos problemas emocionales, menos depresiones.
Fuente: Diario Mdz