Recordar perfumes que nos llevan a un lugar y un momento único, o descubrir aromas diferentes cada día, nos ayuda a disfrutar de la vida. Cualquier pérdida en el sentido del olfato, aunque sea mínima, puede tener un efecto negativo en nuestra calidad de vida, además, puede ser una señal de otros problemas de salud más serios.
Fue con la pandemia de Covid-19 que aumentó el número de personas que padecen anosmia, la cual consiste en la pérdida total o parcial del sentido del olfato, de manera temporal o permanente. Es la incapacidad para distinguir, percibir y disfrutar los olores de diversa índole.
Se estima que el 53% de los pacientes con COVID-19 presentaron alteraciones del olfato, especialmente en mujeres y personas jóvenes. La mayoría de estos pacientes recuperaron el sentido del olfato de manera espontánea.
Esta patología se produce cuando una inflamación intranasal u otra obstrucción impide que los olores ingresen en el área olfatoria; también, cuando el neuroepitelio olfatorio está destruido o cuando se destruyen los filamentos, los bulbos, los trayectos o las conexiones centrales del nervio olfatorio.
Entre las principales causas de la anosmia se destacan las siguientes:
-Infecciones respiratorias causadas por algunos virus, gripe o influenza y resfriados comunes.
-COVID-19. Las infecciones respiratorias generadas por este virus afectan al neuroepitelio olfatorio. Se destaca que 1 de cada 5 pacientes presenta como síntoma la alteración o pérdida del sentido del olfato.
-Rinosinusitis crónica (Con o son poliposis).
-Rinitis alérgica.
-Enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
-Envejecimiento.
-Hipertrofia de los cornetes nasales.
-Intervenciones quirúrgicas previas.
-Traumatismos craneales y de otra índole.
-Uso indiscriminado de fármacos y sustancias estupefacientes.
-Daño cerebral.
-Desarrollo anormal del sistema olfatorio, conocido como Anosmia Congénita. No tiene cura.
Las personas con anosmia se ven afectadas en los mecanismos naturales de alerta del organismo y les impacta en la seguridad, autoconfianza y en las relaciones personales.
Puede generar sentimientos de aislamiento social, disminución del placer y las emociones, ocasionando depresión. La memoria se puede ver afectada sin el sentido del olfato.
Además, las personas que padecen este trastorno son susceptibles a situaciones peligrosas, tales como fugas de gas, vapores químicos peligrosos, incendios y la ingestión de alimentos en mal estado.
Dificultades para comer y desórdenes alimenticios, debido a la estrecha relación entre los sentidos del olfato y el gusto.
Prevención y tratamiento de la Anosmia
En cuanto a las recomendaciones para prevenir se encuentran:
Evitar la exposición prolongada a productos tóxicos o contaminantes y a olores fuertes. Se recomienda el uso de mascarillas.
Hidratarse bien.
Aplicación de vacunas antivirales: gripe, Covid.
Evitar el contacto con agentes alérgenos.
No introducir objetos en la nariz.
Con respecto a su tratamiento no existe uno específico para la anosmia. Sin embargo, se pueden tratar sus causas para recuperar la capacidad olfativa de manera parcial o total.
El especialista que recomienda deben consultar es un médico otorrinolaringólogo.