Todos los 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental con el objetivo de crear consciencia sobre su importancia. También con el fin de apoyar a quienes tienen algún problema en este sentido.
Luego de la pandemia por Covid-19, los especialistas alertan sobre una nueva crisis a nivel mundial que tiene que ver con las dificultades de cada vez más personas para mantener su salud o equilibrio mental.
Por otro lado, los entes públicos y privados se encuentran desbordados en lo que a la atención de pacientes psicológicos y psiquiátricos respecta. Situación que se da no solo en nuestro país sino a nivel global.
Por este motivo, para este año, la Federación Mundial de Salud Mental ha fijado como tema del Día “que la salud mental de todos sea una prioridad mundial”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en tanto, define a la salud mental como “un estado de bienestar mental que les permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad”.
El impacto de la pandemia
Si bien la salud mental es un área que a las personas les cuesta mirar, reconocer y hacerse cargo para buscar ayuda; lo cierto es que los años de pandemia, confinamiento y crisis de todos los tipos; han impactado fuerte en la salud mental de las personas.
En este sentido, el estrés a corto y largo plazo ha crecido –con características diversas en todos los sectores de la sociedad. El miedo, la incertidumbre, la cercanía de la muerte, el modo antinatural de despedir a las personas y el encierro, entre otros aspectos, hicieron mella en la mayoría de las personas que sintieron su vida quebrarse en algún punto.
Así, se observan dificultades de diverso tipo en niños y adolescentes (con preocupante incidencia de ideas suicidas en estos últimos), pero también en los adultos que tuvieron que modificar su rutina y en los mayores que se vieron repentinamente solos.
En este contexto, se estima en más del 25 % el incremento de la ansiedad y de trastornos depresivos. También crecieron las fobias sociales así como casos de estrés postraumático luego de las dificultades vividas.
La pandemia incrementó, además, la adicción a las pantallas y normalizó el aislamiento frente a ellas. Entre otros, también afectó fuertemente a los profesionales de la salud que se vieron exigidos a límites extremos.
Por estos motivos, el Día Mundial de la Salud Mental y la importancia de que se convierta en prioridad, este año debería dejar de ser un lema para pasar a ser una realidad. Las personas que no se siente bien, no están sanas mentalmente y esa situación suele tener un impacto en otras áreas de la persona y en los sistemas de salud en general.
Por último, no hay que dudar a la hora de recurrir a los especialistas así como estar lo más atento posible a la salud mental, emociones y sentimientos. También a las ganas y a la conexión general con la vida. En salud mental, buscar ayuda es un primer paso básico.