Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo y es prevenible. Se trata de un conjunto de enfermedades que, en un tercio del total, se debe a cinco factores de riesgo conductuales y dietéticos: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol.
Sus consecuencias por no ser tratado van desde dificultades para respirar, fiebre o sudoraciones nocturnas, sangrado o hematomas, entre otros. Y, también, problemas emocionales como depresión, ansiedad, estrés, miedo y enojo. Sobre el tema, la licenciada Daiana Fernanda Vidal (Mat. 3526), miembro del servicio de psicología del Hospital Santa Isabel de Hungría, comentó: “La terapia puede ayudar mucho, sobre todo si el paciente y su familia permiten ser acompañados trabajando en su apertura al tratamiento, en la adherencia al mismo”.
De acuerdo con la psicóloga, generalmente es alto el porcentaje de pacientes que requieren el acompañamiento psicológico, dependiendo del momento en que se encuentren y de las variables de su personalidad: “El proceso que vive el paciente desde el diagnostico hasta su tratamiento y evolución trae consigo un bagaje emocional complejo periodos de estrés, angustia, ansiedad”, contó.
Según el programa de educación del cáncer de la Universidad de Emory (Atlanta), la falta de apoyo social ha sido asociada con una menor calidad de vida en las personas que padecen cáncer, enfatizando en que los pacientes con estas enfermedades y que carecen de apoyo social tienen un mayor deseo de morir y un mayor riesgo de cometer suicidio.
Entendiendo tal situación, el equipo de psicología del Hospital Santa Isabel de Hungría encara la problemática trabajando para ayudar en la aceptación y búsqueda de alternativas: “Nos centramos en el apoyo emocional y en la gestión de las emociones que trae aparejado tal diagnóstico. Se intenta fomentar estilos de afrontamiento basado en el autocuidado. Se enfatiza en acompañar al paciente y su familia brindando asesoramiento y fomentando sus recursos individuales ante las dificultades que vayan sucediendo”, detalló la profesional entrevistada.
Así mismo, Vidal manifestó que, cuando se trabaja con la familia, se deben redefinir pautas de interacción, organización familiar (rutinas diarias), cuidados, soporte emocional y psicoeducación al familiar, ya que este impacto condiciona también el funcionamiento previo. Y dijo que el entorno debe hacer su proceso desde su individualidad por ese cuerpo sano y vital del familiar. Esto para que sus recursos también apuntalen al enfermo y poder contener, acompañar, respetar silencios y decisiones del paciente, y trabajar su propia frustración y emociones.
Tratamiento
En cuanto a la terapia, el programa de la Universidad de Emory desarrolla distintos tipos, dependiendo de si se conforma una red de apoyo social, de la intimidad e imagen corporal, o de si padece ansiedad, depresión, miedo o enojo.
De esta manera, indica que:
- Una buena red de apoyo social ha sido ligada con un incremento en la calidad de vida de los pacientes con cáncer que se encuentran bajo tratamiento. Información sobre el cáncer puede también hacer que el paciente se sienta poderoso, dándoles un sentido de control. Casi todos los estudios han demostrado un beneficio psicológico para los pacientes con cáncer que asisten a grupos de apoyo. La mayor parte de los pacientes que asisten a grupos de apoyo se sienten más llenos emocionalmente, reciben ayuda manejando los efectos secundarios y experimentan menos dolor y ansiedad. Asistir a un grupo de apoyo también puede extender la vida de los pacientes con cáncer, pero se necesita de más investigación para verificar esto;
- Desafortunadamente, no se han realizado investigaciones acerca de las mejoras formas con las cuales lidiar los cambios en la sexualidad, imagen corporal e intimidad relacionadas con el cáncer. Sin embargo, aclara que puede tomar tiempo y paciencia para ajustarse a la fatiga, las sensaciones alteradas, o la prótesis, y que, en tal caso, los pacientes deben hablar con sus profesionales de cuidado de la salud sobre cualquier preocupación o preguntas que puedan tener;
- Un paciente puede aliviar su ansiedad si aprende más sobre su cáncer, con intervenciones psicológicas y con la ayuda de medicamentos. En los casos donde la ansiedad es causada por el dolor, un tumor que produce hormonas, o efectos secundarios de la medicación, tratar la fuente puede aliviar la ansiedad;
- Existen dos tipos distintos de tratamiento para la depresión: psicoterapia y farmacoterapia. En la psicoterapia, se ayuda a los pacientes a lidiar con sus emociones y pensamientos de preocupación. Este tipo de intervención incluye asesoría, técnicas de relajación. educación sobre el cáncer, hipnosis, y grupos de apoyo. La farmacoterapia involucra el uso de antidepresivos por prescripción. Este aspecto del tratamiento se ocupa de los aspectos químicos y biológicos del cerebro. Los estudios han demostrado que la mejor forma de tratar la depresión relacionada con el cáncer es haciendo uso de la psicoterapia acompañada de la farmacoterapia.
- La ira es una reacción natural para aquellas que pierden su vida normal que acompaña un diagnóstico de cáncer. Es muy probable que los amigos y familiares presenten las mismas emociones. Cuando sentimientos fuertes como la ira son reprimidos, problemas como la depresión, fatiga, desesperanza y falta de motivación pueden desarrollarse. Es muy importante liberar estos sentimientos al hablar con amigos, familiares o profesionales en el área de salud.