El declive cognitivo en adultos mayores se ha convertido en una gran preocupación social, especialmente en sociedades desarrolladas donde la esperanza de vida es más alta. La Organización Mundial de la Salud así lo advierte, y asegura que entre 2015 y 2050 el porcentaje de las personas mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12% al 22%.
Hasta el año 2016, la misma organización informaba que los argentinos vivirían una media de entre 74 y 80 años, independientemente del sexo. Teniendo en cuenta estas cifras y el creciente interés por la salud, “están apareciendo nuevas oportunidades de intervención para la estimulación y mejora de las funciones cognitivas”, señaló la psicóloga Alejandra Morales (Mat. 3992).
Según la profesional, la estimulación cognitiva consiste en técnicas y estrategias orientadas a mejorar y/o mantener las capacidades cognitivas que se encuentran preservadas, como la percepción, atención, razonamiento, planificación, memoria, lenguaje, orientación, praxias, entre otras. Se basa en los principios de la plasticidad cerebral, según los cuales la realización de ejercicios mentales modifican y crean nuevas conexiones en el cerebro.
Gracias a los conocimientos que aportan la neurología, la neuropsicología y las teorías sobre el aprendizaje, se proponen programas de entrenamiento cognitivo con el objeto de optimizar las capacidades y funciones cognitivas. Así por ejemplo, en los talleres de estimulación cognitiva se trabaja sobre diferentes dominios:
- Tareas de orientación temporal;
- Tareas de orientación espacial;
- Tareas de orientación personal y autobiográfica;
- Tareas de lenguaje;
- Tareas de memoria;
- Tareas de cálculo;
- Tareas de las funciones ejecutivas; y
- Tareas de praxias y motricidad fina.
Complementando lo anterior, la Psicóloga perteneciente al staff del Centro Médico Chacras expresó que, “existe una gran variedad de actividades y ejercicios de estimulación cognitiva que permiten trabajar las capacidades cognitivas y funciones ejecutivas. Teniendo en cuenta el desempeño de cada persona éstos pueden ser más complejos o más simples, siempre orientando y promoviendo la motivación y el interés en la realización de las actividades”.
Y continuó: “En los talleres no solamente se busca la estimulación cognitiva, sino que también se tienen en cuenta otros aspectos, como la afectividad, las relaciones sociales y las familiares, buscando intervenir sobre la persona adulta de forma integral”.
¿Cómo se trabajan las funcionalidades del cerebro?
En cuanto a los ejercicios que realizan los especialistas en los talleres, la licenciada contó sobre las actividades que tienen por objetivo estimular áreas específicas:
- Orientación temporal: reconocer día de la semana, número del día, mes, estación y año, hora de inicio de la actividad, relacionar la fecha actual con acontecimientos festivos o representativos de la temporada;
- Orientación espacial: reconocer lugar actual, nombre de la ciudad, departamento, país, nombre de la Institución en la que se está desarrollando la actividad;
- Orientación personal: repasar información personal (nombre, edad, fecha y lugar de nacimiento, estado civil, datos familiares);
- Lenguaje: realizar actividades de fluidez verbal, evocación semántica, denominación oral de imágenes, denominación escrita de imágenes, lenguaje automático, repetición verbal, lectura y escritura, tareas verbalizadas de conocimiento semántico, abstracción y razonamiento, tareas de descripción y categorización, relacionar conceptos a partir de palabras;
- Memoria: ejercitar con repetición inmediata, recuerdo diferido y reconocimiento, tareas de recuerdo de hechos remotos, ejercicios de memorizar objetos presentados, reconocimiento de imágenes previamente aprendidas, ejercicios de recuerdo de palabras y frases;
- Cálculo: identificar números y conteo, tareas de ordenación y de cálculo aritmético, ejercicios con el manejo del dinero;
- Funciones ejecutivas: ordenar y seguir series, ordenación inversa, resistencia a la interferencia y series alternantes, tareas de laberintos, actividades de clave de números, resolución de hipotéticas situaciones cotidianas;
- Práxias: dibujar, pintar y realizar tareas de construcción de modelos, ejecución de órdenes, gestos y mímica.