Esta práctica surge a partir de investigaciones que los especialistas del Instituto de Neurociencias Clínicas (NeuroMed) llevaron a cabo. Formando un grupo interdisciplinario de atención y rehabilitación, conformado por neurólogo infantil, psiquiatra infantil, neuropsicólogo, neurolinguista, fonoaudióloga, psicopedagogas y terapeutas ocupacionales. Utilizando estimulación magnética transcraneal, los expertos pudieron observar una mejoría en muchos aspectos de los pacientes con TEA (Trastorno del Espectro Autista).
Roxana Galeno, directora de la organización, mencionó que fue a partir de ese nuevo abordaje que comenzaron a observar progresos en la maduración, en la conducta y/o en el lenguaje de los chicos: “De acuerdo a cuál sea el área más alterada, es que se organiza un programa de rehabilitación adecuado a cada paciente. Se establece el tratamiento que necesita y los profesionales que lo deben asistir. Esa asistencia refleja a largo plazo resultados beneficiosos. Porque cuando lo trata sólo el neurólogo, éste encara la atención desde un lugar muy mínimo, pero que no alcanza porque debe ser más integral”.
Por ello, desde NeuroMed se lanzó una propuesta para todo el mes de abril: el turno azul. “El turno azul consiste en una consulta individual gratuita con profesionales de la institución que responderán inquietudes acerca del desarrollo de los niños y brindarán la información adecuada a quienes la demanden. Tiene que ver, además, con los avances de las neurociencias con respecto a la patología y los nuevos abordajes que hay”, detalló la especialista.
¿Cuándo consultar?
Según Galeno, hay distintas manifestaciones del trastorno ya que se presentan diferentes síntomas. Entre ellos distinguió a quienes tienen Asperger (que tienen problemas en los vínculos y la socialización) de quienes tienen un trastorno generalizado del desarrollo (con distintos niveles de gravedad).
Explicó, además, que el autismo es diagnosticado desde pequeños, incluso desde que se nace, por lo que hay que prestar atención a la vinculación que establece el bebé con la madre (si le hace o no la sonrisa, si la sigue o no con la mirada) y a los vínculos sociales de los niños con los demás (si pueden o no empatizar; si se contactan o no con el otro; si tienen o no sonrisa social y si su mirada es vacía”.
Como sugerencia de los profesionales de la institución, lo que los padres deben preguntarse sobre sus hijos es si:
1. ¿Puede su niño sostener la mirada cuando se le habla?
2. ¿Responde con una sonrisa cuando se le sonríe?
3. ¿Usa sus palabras o sonidos para comunicarse con otras personas?
4. ¿Responde a su nombre cuando se lo llama?
5. ¿Intenta comunicarse con gestos señalando lo que desea o mostrando lo que le interesa?
6. ¿Muestra interés por otros niños?
7. ¿Es su juego monótono y poco interactivo?
8. ¿Hace movimientos repetitivos con su cuerpo, por ejemplo, girar, aletear?
9. ¿Ha observado pérdida de palabras y habilidades previamente adquiridas?
“Si la respuesta es negativa a algunas de las preguntas que van de la 1 a la 6 y afirmativa a las preguntas 7 a 9, no determina un diagnóstico; lo que significa que es necesario hacer una consulta profesional, oportuna y especializada. Si hay sospecha, hay que actuar”, concluyó el equipo de NeuroMed.
Para más información los interesados se podrán comunicar telefónicamente llamando al 4224888/4227276; o enviando un correo a turnos@neuromed.com.ar.